BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 140

Miércoles 11 de junio de 2025

Sec. III. Pág. 76735

III. OTRAS DISPOSICIONES

MINISTERIO DE CULTURA
Real Decreto 474/2025, de 10 de junio, por el que se declara Bien de Interés
Cultural, con la categoría de Monumento, la Residencia de Estudiantes, en
Madrid.

La Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (en adelante,
JAE) fue creada por Real Decreto de 11 de enero de 1907, a propuesta del Ministerio de
Instrucción Pública y Bellas Artes, proyectándose como una institución destinada a
promover la concesión de becas en el extranjero para profesores e investigadores
españoles bajo el espíritu de «seguir de cerca el movimiento científico y pedagógico de
las naciones más cultas». Este impulso trajo consigo, entre 1907 y 1936, la apertura de
la ciencia española al exterior. De hecho, en el seno de la JAE se desarrollaron
instituciones esenciales para el progreso científico durante la Edad de Plata de la cultura
y de la ciencia españolas, destacando entre ellas la Residencia de Estudiantes.
Así, la Residencia de Estudiantes fue fundada por la JAE mediante Real Decreto
de 6 de mayo de 1910, a propuesta del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes.
En 1915 se puso en marcha su grupo femenino, la Residencia de Señoritas.
Todo ello fue el fruto de las ideas innovadoras y europeizadoras de la Institución
Libre de Enseñanza, fundada en 1876 por Francisco Giner de los Ríos, junto a otros
profesores como Laureano Calderón, Gumersindo de Azcárate o Nicolás Salmerón.
Aunque la localización inicial de la Residencia de Estudiantes fue en la calle de
Fortuny, pronto se instaló en la zona norte de Madrid, al final de la calle del Pinar, en una
elevación del terreno entonces llamada «Cerro del Viento». La construcción de sus
edificios fue encargada al arquitecto Antonio Flórez Urdapilleta, quien diseñó un conjunto
de pabellones separados del Museo Nacional de Ciencias Naturales por el Canalillo, un
canal de riego a cielo abierto del Canal de Isabel II. Por otro lado, el Estado adquirió
unos terrenos adyacentes para ampliar el campus de la JAE mediante la construcción de
un edificio para auditorio, biblioteca y aulas de la Residencia de Estudiantes, que
encargó a los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez.
El conjunto de edificios de la Residencia de Estudiantes es uno de los ejemplos más
notables de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX y su construcción es el
punto de arranque de los programas públicos de construcciones escolares desarrollados
en España, entre los que destacan también los edificios de la Residencia de Señoritas y
del Instituto-Escuela.
La inauguración de los principales edificios de la Residencia de Estudiantes, los
Pabellones Gemelos y el Pabellón Transatlántico (originalmente Pabellón de Laboratorios),
se produjo en 1915, coincidiendo con el fallecimiento de Francisco Giner de los Ríos. Los
restantes edificios fueron realizados por el arquitecto Francisco Javier Luque entre 1915
y 1923; entre ellos, el Pabellón Central, donde se encuentra actualmente el piano de media
cola Bechstein que forma parte de la historia de la Residencia.
Por otro lado, en torno a los pabellones se hicieron plantaciones de diferentes
árboles y arbustos, principalmente chopos, bajo la dirección del pintor y jardinero Javier
de Winthuysen; razón por la que el poeta y residente Juan Ramón Jiménez rebautizó al
lugar como «Colina de los Chopos».
Bajo la dirección de Alberto Jiménez Fraud, la Residencia de Estudiantes se convirtió
entre 1910 y 1936 en uno de los principales focos de la cultura europea de entreguerras.
Fue fundamentalmente un espacio de encuentro y reunión de las vanguardias culturales
del momento, promoviendo la apertura al resto de países europeos, así como al
extranjero en su conjunto. Así, al centro acudían estudiantes, investigadores, profesores
y artistas de diferentes ámbitos, algunos mediante becas, para completar sus estudios.

cve: BOE-A-2025-11799
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