Comunidad de Castilla y León. III. Otras disposiciones. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2025-12307)
Resolución de 30 de mayo de 2025, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, por la que se incoa procedimiento para la declaración de La Tuna en Castilla y León, como bien de interés cultural de carácter inmaterial.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Martes 17 de junio de 2025
Sec. III. Pág. 80839
España, las tunas adquirieron proyección internacional como símbolo pintoresco del
folklore estudiantil español, realizando giras por Europa y América. En las décadas
de 1980 y 1990 se produjo la incorporación de la mujer, surgiendo las primeras tunas
femeninas. Hoy conviven en España tunas masculinas, femeninas e incluso mixtas,
siendo los propios aspirantes quienes libremente deciden el tipo de agrupación al que
desean unirse.
La tuna se caracteriza por conformar una pequeña rondalla o estudiantina
instrumental, compuesta principalmente por instrumentos de cuerda pulsada. Los más
habituales son la bandurria y el laúd español, que llevan la melodía y arreglos; y la
guitarra española, que aporta la base rítmica y armónica. La sección rítmica la completa
la mencionada pandereta. En cuanto al repertorio musical, las tunas suelen interpretar
piezas de los más diversos géneros, desde habaneras, pasodobles y rancheras hasta
versiones de música folclórica local o incluso temas contemporáneos adaptados al estilo
tradicional.
Uno de los rasgos más llamativos de la tuna es su indumentaria de inspiración
histórica. El traje de tuno recrea la estética de los siglos de Oro españoles: consta de un
jubón negro, a veces adornado con puntillas blancas en bocamangas, sobre una camisa;
en ocasiones se usa también una gorguera. Completa el atuendo un pantalón negro
hasta la rodilla, medias o calzas oscuras y zapatos o botines negros. Pero la prenda más
emblemática es sin duda la capa de estudiante, generalmente negra, que suele llevar
cosidos los escudos o emblemas de las ciudades y universidades visitadas por el tuno a
lo largo de su trayectoria, así como multitud de cintas de colores otorgadas por
admiradores, amigos o familiares. Otro elemento distintivo es la beca, banda de tela que
cruza el pecho en forma de «V», cuyo color identifica a la facultad o universidad de
procedencia. La beca, cuyo uso se generalizó en el siglo XX, es impuesta al novato en la
ceremonia de ingreso, simbolizando su aceptación plena en la hermandad.
En Castilla y León, el arraigo de la tuna universitaria es particularmente significativo
por tratarse de una región donde nacieron y prosperaron algunas de las universidades
más antiguas de España. La comunidad castellanoleonesa cuenta con centros
universitarios históricos como la Universidad de Palencia (1212), Salamanca (fundada
en 1218) y la Universidad de Valladolid (orígenes en el s. XIII), además de otras de
creación más reciente (Universidad de León, Burgos, etc.). Esto ha propiciado que la
tradición de la tuna echase raíces profundas en la región desde fechas tempranas. De
hecho, Salamanca es citada a menudo como cuna de la tuna: fue uno de los primeros
focos donde los estudiantes trovadores tuvieron presencia notoria, continuada luego a lo
largo de los siglos. En nuestros días, la presencia de tunas universitarias abarca todas
las provincias de Castilla y León. Cabe señalar que algunas de estas tunas llevan
décadas ininterrumpidas de actividad (p.ej., la Tuna de Derecho de Valladolid o la Tuna
de Salamanca superan los 50 años de historia), mientras que otras son de formación
más reciente pero igualmente dinámicas, como las tunas femeninas surgidas en los
últimos años. Juntas, configuran un mosaico vivo del folclore estudiantil repartido por la
comunidad. Estas agrupaciones actúan en el entorno urbano de sus respectivas
ciudades universitarias, animando calles y plazas históricas con sus pasacalles, y
participando en la vida institucional de las universidades (actos de apertura de curso,
festividades patronales, etc.).
En total, se puede estimar que Castilla y León alberga actualmente entre 20 y 30
tunas universitarias activas o con actividad reciente, distribuidas por todas sus
provincias. Esta cifra incluye tunas masculinas, femeninas y las llamadas «cuarentunas»,
formadas por antiguos tunos.
Las tunas en Castilla y León son una tradición viva, integrada en el pulso cotidiano
de las ciudades universitarias y a la vez portadora de la memoria histórica de las
mismas, promoviendo el compañerismo, la amistad y la inclusión entre sus miembros,
fomentando la colaboración entre estudiantes de distintos orígenes y reforzando la
cohesión de la comunidad universitaria.
https://www.boe.es
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
D. L.: M-1/1958 - ISSN: 0212-033X
cve: BOE-A-2025-12307
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 145
Martes 17 de junio de 2025
Sec. III. Pág. 80839
España, las tunas adquirieron proyección internacional como símbolo pintoresco del
folklore estudiantil español, realizando giras por Europa y América. En las décadas
de 1980 y 1990 se produjo la incorporación de la mujer, surgiendo las primeras tunas
femeninas. Hoy conviven en España tunas masculinas, femeninas e incluso mixtas,
siendo los propios aspirantes quienes libremente deciden el tipo de agrupación al que
desean unirse.
La tuna se caracteriza por conformar una pequeña rondalla o estudiantina
instrumental, compuesta principalmente por instrumentos de cuerda pulsada. Los más
habituales son la bandurria y el laúd español, que llevan la melodía y arreglos; y la
guitarra española, que aporta la base rítmica y armónica. La sección rítmica la completa
la mencionada pandereta. En cuanto al repertorio musical, las tunas suelen interpretar
piezas de los más diversos géneros, desde habaneras, pasodobles y rancheras hasta
versiones de música folclórica local o incluso temas contemporáneos adaptados al estilo
tradicional.
Uno de los rasgos más llamativos de la tuna es su indumentaria de inspiración
histórica. El traje de tuno recrea la estética de los siglos de Oro españoles: consta de un
jubón negro, a veces adornado con puntillas blancas en bocamangas, sobre una camisa;
en ocasiones se usa también una gorguera. Completa el atuendo un pantalón negro
hasta la rodilla, medias o calzas oscuras y zapatos o botines negros. Pero la prenda más
emblemática es sin duda la capa de estudiante, generalmente negra, que suele llevar
cosidos los escudos o emblemas de las ciudades y universidades visitadas por el tuno a
lo largo de su trayectoria, así como multitud de cintas de colores otorgadas por
admiradores, amigos o familiares. Otro elemento distintivo es la beca, banda de tela que
cruza el pecho en forma de «V», cuyo color identifica a la facultad o universidad de
procedencia. La beca, cuyo uso se generalizó en el siglo XX, es impuesta al novato en la
ceremonia de ingreso, simbolizando su aceptación plena en la hermandad.
En Castilla y León, el arraigo de la tuna universitaria es particularmente significativo
por tratarse de una región donde nacieron y prosperaron algunas de las universidades
más antiguas de España. La comunidad castellanoleonesa cuenta con centros
universitarios históricos como la Universidad de Palencia (1212), Salamanca (fundada
en 1218) y la Universidad de Valladolid (orígenes en el s. XIII), además de otras de
creación más reciente (Universidad de León, Burgos, etc.). Esto ha propiciado que la
tradición de la tuna echase raíces profundas en la región desde fechas tempranas. De
hecho, Salamanca es citada a menudo como cuna de la tuna: fue uno de los primeros
focos donde los estudiantes trovadores tuvieron presencia notoria, continuada luego a lo
largo de los siglos. En nuestros días, la presencia de tunas universitarias abarca todas
las provincias de Castilla y León. Cabe señalar que algunas de estas tunas llevan
décadas ininterrumpidas de actividad (p.ej., la Tuna de Derecho de Valladolid o la Tuna
de Salamanca superan los 50 años de historia), mientras que otras son de formación
más reciente pero igualmente dinámicas, como las tunas femeninas surgidas en los
últimos años. Juntas, configuran un mosaico vivo del folclore estudiantil repartido por la
comunidad. Estas agrupaciones actúan en el entorno urbano de sus respectivas
ciudades universitarias, animando calles y plazas históricas con sus pasacalles, y
participando en la vida institucional de las universidades (actos de apertura de curso,
festividades patronales, etc.).
En total, se puede estimar que Castilla y León alberga actualmente entre 20 y 30
tunas universitarias activas o con actividad reciente, distribuidas por todas sus
provincias. Esta cifra incluye tunas masculinas, femeninas y las llamadas «cuarentunas»,
formadas por antiguos tunos.
Las tunas en Castilla y León son una tradición viva, integrada en el pulso cotidiano
de las ciudades universitarias y a la vez portadora de la memoria histórica de las
mismas, promoviendo el compañerismo, la amistad y la inclusión entre sus miembros,
fomentando la colaboración entre estudiantes de distintos orígenes y reforzando la
cohesión de la comunidad universitaria.
https://www.boe.es
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
D. L.: M-1/1958 - ISSN: 0212-033X
cve: BOE-A-2025-12307
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 145