Consejería De Cultura, Turismo, Jóvenes Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2025040092)
Decreto 53/2025, de 10 de junio, por el que se declara Bien de Interés Cultural la "Ermita de Nuestra Señora del Salor" de la localidad de Torrequemada (Cáceres), con la categoría de Sitio Histórico.
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NÚMERO 114
Lunes 16 de junio de 2025
34169
El origen del santuario, como para otras tantas ermitas, se sitúa en una aparición de la Virgen
a un pastor, a quien le anunció el lugar donde se ocultaba una imagen suya, emplazamiento
en el que erigirá la ermita; pero las primeras referencias escritas al templo están en el Fuero
de Cáceres, y son de 1229.
La actual ermita de Nuestra Señora del Salor es una construcción de estilo gótico mudéjar,
muy notable, con una dilatada historia.
Así, la ermita fue sede de la Cofradía Nuestra Señora del Salor desde 1345, cofradía fundada
por caballeros de Cáceres de la Orden de la Caballería de la Banda. Al siglo XIV corresponden
los restos principales del inmueble, constituidos por la planta, muy original, de tres naves,
más alta la central que las laterales; y seis tramos cada nave.
En 1519, el edificio sufrió un revés, pues las rentas destinadas al mismo pasaron a ser utilizadas en la fábrica de la iglesia de San Mateo, en Cáceres. La cofradía, sin embargo, no desapareció. De pleno siglo XVI datan los muros del presbiterio y el arco toral; y de los siglos XV
y XVI son sus importantes pinturas murales.
Entre finales del siglo XVII y comienzos del XIX, la iglesia sufrió una importante remodelación.
Así, en una inscripción situada en el exterior, sobre la ventana de la sacristía, puede leerse
con dificultad una inscripción que puede señalar: “AÑO DE 1780” o “AÑO DE 180…” En 1793 se
debió de realizar la cúpula barroca del presbiterio, pues, bajo esta, otra inscripción explicaba:
“Reedificose esta capilla siendo prior el B. José Hernández Martín, año de 1793”.
Finalmente, en otra inscripción situada frente a la entrada sur, se indica lo siguiente: “Reedificose esta… el B.D. Antonio García Arvio, cura rector de la parroquial de Torrequemada y prior
de esta Sancta casa de Salor, año de 1803”.
El edificio debió de sufrir mucho durante la Guerra de la Independencia, ya que las tropas
francesas acamparon en sus cercanías. No obstante, el inmueble conservó su cubierta hasta,
aproximadamente, 1875, momento a partir del cual no solo perdió su mayor parte, sino que,
además, se incrementó su ruina. En esta situación ruinosa permaneció hasta ser restaurado
el inmueble en los años ochenta del siglo XX, intervención en la que se reconstruyó el muro
de los pies del templo, ya que tenía un fuerte desplome, así como la cubierta de madera. En
1996, se realizaron más obras de rehabilitación, descubriéndose algunos nuevos restos de
pinturas murales.
El edificio.
El inmueble posee planta rectangular y testero plano, con orientación al este. Está construido
mediante mampostería, ladrillo y sillería; y, aunque, en la actualidad, ha perdido la mayor
Lunes 16 de junio de 2025
34169
El origen del santuario, como para otras tantas ermitas, se sitúa en una aparición de la Virgen
a un pastor, a quien le anunció el lugar donde se ocultaba una imagen suya, emplazamiento
en el que erigirá la ermita; pero las primeras referencias escritas al templo están en el Fuero
de Cáceres, y son de 1229.
La actual ermita de Nuestra Señora del Salor es una construcción de estilo gótico mudéjar,
muy notable, con una dilatada historia.
Así, la ermita fue sede de la Cofradía Nuestra Señora del Salor desde 1345, cofradía fundada
por caballeros de Cáceres de la Orden de la Caballería de la Banda. Al siglo XIV corresponden
los restos principales del inmueble, constituidos por la planta, muy original, de tres naves,
más alta la central que las laterales; y seis tramos cada nave.
En 1519, el edificio sufrió un revés, pues las rentas destinadas al mismo pasaron a ser utilizadas en la fábrica de la iglesia de San Mateo, en Cáceres. La cofradía, sin embargo, no desapareció. De pleno siglo XVI datan los muros del presbiterio y el arco toral; y de los siglos XV
y XVI son sus importantes pinturas murales.
Entre finales del siglo XVII y comienzos del XIX, la iglesia sufrió una importante remodelación.
Así, en una inscripción situada en el exterior, sobre la ventana de la sacristía, puede leerse
con dificultad una inscripción que puede señalar: “AÑO DE 1780” o “AÑO DE 180…” En 1793 se
debió de realizar la cúpula barroca del presbiterio, pues, bajo esta, otra inscripción explicaba:
“Reedificose esta capilla siendo prior el B. José Hernández Martín, año de 1793”.
Finalmente, en otra inscripción situada frente a la entrada sur, se indica lo siguiente: “Reedificose esta… el B.D. Antonio García Arvio, cura rector de la parroquial de Torrequemada y prior
de esta Sancta casa de Salor, año de 1803”.
El edificio debió de sufrir mucho durante la Guerra de la Independencia, ya que las tropas
francesas acamparon en sus cercanías. No obstante, el inmueble conservó su cubierta hasta,
aproximadamente, 1875, momento a partir del cual no solo perdió su mayor parte, sino que,
además, se incrementó su ruina. En esta situación ruinosa permaneció hasta ser restaurado
el inmueble en los años ochenta del siglo XX, intervención en la que se reconstruyó el muro
de los pies del templo, ya que tenía un fuerte desplome, así como la cubierta de madera. En
1996, se realizaron más obras de rehabilitación, descubriéndose algunos nuevos restos de
pinturas murales.
El edificio.
El inmueble posee planta rectangular y testero plano, con orientación al este. Está construido
mediante mampostería, ladrillo y sillería; y, aunque, en la actualidad, ha perdido la mayor