Ministerio Para La Transición Ecológica y El Reto Demográfico. III. Otras disposiciones. Impacto ambiental. (BOE-A-2025-11626)
Resolución de 27 de mayo de 2025, de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, por la que se formula declaración de impacto ambiental del proyecto «Explotación de aguas subterráneas del acuífero de la Plana Sur de Valencia (080.036) por una red de pozos de sequía ubicada en la zona regable del Bajo Júcar (Valencia)».
31 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 9 de junio de 2025
Sec. III. Pág. 75860
Asimismo, entre las aportaciones superficiales al lago destacan también los barrancos
del Poyo y de Picassent, con caudales mínimos establecidos entre enero y abril.
Además, la Comunidad de Regantes del Canal de Riego del Turia emplea
aproximadamente 20 hm³/año de aguas reutilizadas, cuyos retornos acaban en el lago.
– Funcionamiento hídrico de l´Albufera:
L´Albufera de València es una laguna litoral sin influencia marina, formada por el
cierre de un antiguo golfo marino y su progresivo relleno por sedimentos de los ríos Turia
y Júcar. Desde el siglo XV, la intervención humana, especialmente con la introducción del
cultivo del arroz, ha dulcificado el sistema y acelerado el aterramiento, modificando
profundamente el humedal. Recibe agua de escorrentías superficiales naturales, aportes
subterráneos y aguas de riego (principalmente del Júcar y Turia). El riego representa
el 75 % de las aportaciones totales, mientras que las aguas subterráneas suponen
el 13 % del total y el 53 % de las aportaciones naturales.
El EsIA recoge que, a través de una red de monitorización y modelos hidrológicos, se
realizan los balances hídricos y se gestiona el humedal. Durante el periodo 1980-2015, las
aportaciones promedio fueron: precipitación (37,1 hm³/año), escorrentía superficial (47,1
hm³/año), escorrentía subterránea (99,5 hm³/año) y drenaje urbano (1 hm³/año). El 60 %
del agua subterránea del espacio natural acaba en el lago y es evacuada por las golas.
El Plan Hidrológico del Júcar 2015/21 estableció un volumen de entrada al lago
de 290 hm³/año, con asignaciones específicas desde el Turia y Júcar, y exigencias sobre
aportes subterráneos (41,3 hm³/año). El actual PHJ 2022/27 ajusta el volumen anual de
entradas a 210 hm³/año, con 24 hm³/año de entradas invernales y un flujo base de 46
hm³/año en la época previa al cultivo del arroz. Los aportes subterráneos requeridos
aumentan a 56,2 hm³/año. Además, se prioriza la Albufera como destino de
desembalses técnicos y se asegura la comunicación con el mar, estableciendo un flujo
mínimo general de 2 m³/s.
Respecto a la calidad del agua y los objetivos ambientales establecidos, el valor
límite de conductividad eléctrica para la sostenibilidad del arrozal es de 3.000 µS/cm
(PHJ 2015/21), aunque el PHJ 2022/27 propone un objetivo más estricto de <2.000
µS/cm. Se establecen objetivos para nutrientes (fósforo <0,05 mg/l), biomasa algal
(clorofila a <20 µg/l), cobertura de macrófitos (>50 %), riqueza de invertebrados y
recuperación de especies de peces y aves de interés. La masa de agua subterránea
«Plana de Valencia Sur» se encuentra en mal estado químico por exceso de nitratos,
según los controles del Plan Hidrológico 2022-2027.
En resumen, el funcionamiento hídrico de l´Albufera de València es el resultado de
una compleja interacción entre aportes naturales y artificiales, con un predominio del
agua de riego, una creciente importancia de los controles de calidad y cantidad, y una
gestión adaptativa basada en planes hidrológicos que buscan equilibrar los usos
agrícolas, la conservación ecológica y la sostenibilidad del humedal.
En cuanto a los impactos ambientales sobre las masas de agua citadas, el EsIA
indica que el bombeo de agua subterránea supone un consumo energético relevante,
estimado en 5,22 millones de kWh/año, lo que puede representar hasta el 89 % del
consumo energético del riego agrícola. No se prevén otros consumos ni vertidos, ni el
uso de productos químicos, ya que el agua se destinará directamente al riego agrícola,
sin almacenamiento ni tratamientos intermedios. No se generarán aguas residuales,
pues la calidad del agua es suficiente para el riego.
Se generará una alteración temporal del régimen de caudales, aunque el promotor
considera que el impacto será leve, pues se limita el porcentaje de embalse subterráneo
utilizado y el radio de influencia de los sondeos a menos de 150 metros, restringiendo la
alteración del régimen de caudales únicamente a periodos de sequía. Aparte de estas
restricciones ambientales, en el EsIA también se establece la extracción condicionada al
seguimiento ambiental y a la ausencia de impactos significativos sobre las masas de
agua y los espacios protegidos, el cumplimiento de las restricciones ambientales del Plan
cve: BOE-A-2025-11626
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 138
Lunes 9 de junio de 2025
Sec. III. Pág. 75860
Asimismo, entre las aportaciones superficiales al lago destacan también los barrancos
del Poyo y de Picassent, con caudales mínimos establecidos entre enero y abril.
Además, la Comunidad de Regantes del Canal de Riego del Turia emplea
aproximadamente 20 hm³/año de aguas reutilizadas, cuyos retornos acaban en el lago.
– Funcionamiento hídrico de l´Albufera:
L´Albufera de València es una laguna litoral sin influencia marina, formada por el
cierre de un antiguo golfo marino y su progresivo relleno por sedimentos de los ríos Turia
y Júcar. Desde el siglo XV, la intervención humana, especialmente con la introducción del
cultivo del arroz, ha dulcificado el sistema y acelerado el aterramiento, modificando
profundamente el humedal. Recibe agua de escorrentías superficiales naturales, aportes
subterráneos y aguas de riego (principalmente del Júcar y Turia). El riego representa
el 75 % de las aportaciones totales, mientras que las aguas subterráneas suponen
el 13 % del total y el 53 % de las aportaciones naturales.
El EsIA recoge que, a través de una red de monitorización y modelos hidrológicos, se
realizan los balances hídricos y se gestiona el humedal. Durante el periodo 1980-2015, las
aportaciones promedio fueron: precipitación (37,1 hm³/año), escorrentía superficial (47,1
hm³/año), escorrentía subterránea (99,5 hm³/año) y drenaje urbano (1 hm³/año). El 60 %
del agua subterránea del espacio natural acaba en el lago y es evacuada por las golas.
El Plan Hidrológico del Júcar 2015/21 estableció un volumen de entrada al lago
de 290 hm³/año, con asignaciones específicas desde el Turia y Júcar, y exigencias sobre
aportes subterráneos (41,3 hm³/año). El actual PHJ 2022/27 ajusta el volumen anual de
entradas a 210 hm³/año, con 24 hm³/año de entradas invernales y un flujo base de 46
hm³/año en la época previa al cultivo del arroz. Los aportes subterráneos requeridos
aumentan a 56,2 hm³/año. Además, se prioriza la Albufera como destino de
desembalses técnicos y se asegura la comunicación con el mar, estableciendo un flujo
mínimo general de 2 m³/s.
Respecto a la calidad del agua y los objetivos ambientales establecidos, el valor
límite de conductividad eléctrica para la sostenibilidad del arrozal es de 3.000 µS/cm
(PHJ 2015/21), aunque el PHJ 2022/27 propone un objetivo más estricto de <2.000
µS/cm. Se establecen objetivos para nutrientes (fósforo <0,05 mg/l), biomasa algal
(clorofila a <20 µg/l), cobertura de macrófitos (>50 %), riqueza de invertebrados y
recuperación de especies de peces y aves de interés. La masa de agua subterránea
«Plana de Valencia Sur» se encuentra en mal estado químico por exceso de nitratos,
según los controles del Plan Hidrológico 2022-2027.
En resumen, el funcionamiento hídrico de l´Albufera de València es el resultado de
una compleja interacción entre aportes naturales y artificiales, con un predominio del
agua de riego, una creciente importancia de los controles de calidad y cantidad, y una
gestión adaptativa basada en planes hidrológicos que buscan equilibrar los usos
agrícolas, la conservación ecológica y la sostenibilidad del humedal.
En cuanto a los impactos ambientales sobre las masas de agua citadas, el EsIA
indica que el bombeo de agua subterránea supone un consumo energético relevante,
estimado en 5,22 millones de kWh/año, lo que puede representar hasta el 89 % del
consumo energético del riego agrícola. No se prevén otros consumos ni vertidos, ni el
uso de productos químicos, ya que el agua se destinará directamente al riego agrícola,
sin almacenamiento ni tratamientos intermedios. No se generarán aguas residuales,
pues la calidad del agua es suficiente para el riego.
Se generará una alteración temporal del régimen de caudales, aunque el promotor
considera que el impacto será leve, pues se limita el porcentaje de embalse subterráneo
utilizado y el radio de influencia de los sondeos a menos de 150 metros, restringiendo la
alteración del régimen de caudales únicamente a periodos de sequía. Aparte de estas
restricciones ambientales, en el EsIA también se establece la extracción condicionada al
seguimiento ambiental y a la ausencia de impactos significativos sobre las masas de
agua y los espacios protegidos, el cumplimiento de las restricciones ambientales del Plan
cve: BOE-A-2025-11626
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 138